Desde enero y hasta abril de este año, el público en general podrá seguir el trabajo de investigadores de diferentes universidades e instituciones mientras buscan un planeta similar a la Tierra cerca de la estrella Próxima Centauri. Se trata de Pale Red Dot,una iniciativa conjunta entre la ESO (el Observatorio Europeo Austral) y numerosas instituciones educativas como el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA).
Pale Red Dot es una campaña única de divulgación científica, que nos permitirá seguir, minuto a minuto, cualquier descubrimiento relacionado a un planeta habitable a “tan solo” 4,2 años luz de nosotros, en Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol. De acuerdo con observaciones previas, allí podría existir un objeto que reúna las condiciones que consideramos imprescindibles para la vida. Los expertos trabajarán basándose en observaciones realizadas por HARPS (High Accuracy Radial velocity Planet Searcher), situado en el telescopio de 3,6 metros del Observatorio de La Silla (Chile) y los telescopios robóticos de las redes BOOTES (desarrolladas por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) entre otros.
«Hemos asumido el riesgo de involucrar al público antes de conocer qué nos dirán las observaciones – explica Guillem Anglada-Escudé, investigador de la Universidad Queen Mary (Londres) y coordinador del proyecto a la agencia SINC –. Una vez publiquemos el artículo es posible que tengamos que comunicar que no hemos hallado evidencia de un planeta en torno a Próxima Centauri, pero queremos compartir con la gente la emoción de la búsqueda y mostrarles cómo funciona la ciencia, el proceso de prueba y error y los esfuerzos continuos por obtener los resultados sobre los que hablan las noticias. Esperamos que esfuerzos como este animen a la gente a interesarse por la ciencia o a los jóvenes a seguir carreras científicas».
Bautizado en honor al título del libro del reconocido cosmólogo y divulgador Carl Sagan, Un punto azul pálido, que a su vez se inspiró en la famosa imagen de la Tierra tomada por la sonda Voyager 1 en 1990, el proyecto pretende convertirse en otro hito de la humanidad.
«La búsqueda de planetas parecidos al nuestro es una de las ramas clave en astrofísica a día de hoy y genera mucho interés en la sociedad – señala Pedro J. Amado, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC)– . Sería estupendo que halláramos un planeta potencialmente habitable, pero la sola idea de buscarlo tan cerca y «en abierto» ya es emocionante».

Juan Scaliter