La obra de salvador Dalí no deja de depararnos sorpresas. Incluso, en el ámbito científico. Porque este cuadro, titulado Mercado de esclavos con el busto desaparecido de Voltaire, ha servido a un equipo de investigadores de la Universidad de Glasgow, para comprender mejor como funcionan los mecanismos del cerebro que controla la visión humana.
La «gracia» de este cuadro reside en que la figura central puede ser interpretada de varias formas. Algunas personas ven en ella un busto de Voltaire y, otras, las figuras de dos monjas. Por ese motivo, los investigadores escanearon los cerebros de un grupo de voluntarios mientras miraban la obra del pintor español.
Y lo que descubrieron fue que el cerebro trabaja a mayor velocidad aún de lo que se pensaba. Ya que, tan solo 100 milisegundos después de recibir el estímulo visual, el cerebro ya se concentraba en detalles concretos del cuadro: el ojo izquierdo del busto, el ojo derecho, la boca… Y al cabo de 200 milisegundos, enviaba la información a ambos hemisferios para procesarla, y construir la imagen pertinente.
Pero lo más asombros fue que comprobaron que, cuando las ondas eléctricas que se generaban en el proceso eran del tipo beta, las personas veían las figuras de las dos monjas. Y cuando eran del tipo thera, el busto de Voltaire.
Foto. FundaciónGala-Salvador Dalí. Licencia creative commons.
Vicente Fernández López