‘Conejo de Jade’, el explorador chino de la Luna que participaba en la misión Chang’e, ya no funciona. Así lo informó el miércoles la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional de China.

El primer ciudadano lunar del país asiático murió de anciano. En un principio fue disñeado para vivir 19 meses, pero consiguió alcanzar los 31.Desde su lanzamiento en 2013, esta misión se ha encargado de recoger, además de datos sobre el medio ambiente de nuestro satélite, las primeras imágenes de sus capas geológicas.

El Conejo de Jade apenas mide los 1,5 centímetros de largo, pero pesa 120 kilos. Está equipado con un radar para estudiar el subsuelo, paneles solares para alimentar sus baterías, un generador termoeléctrico de radioisótopos y cámaras de alta resolución. Está diseñado de manera que puede percibir la radiación ultravioleta, de manera que puede obtener datos sobre la forma en la que el Sol incide sobre la superficie lunar.

Uno de los datos más recientes que difundió fue la confirmación de que en la Luna no existe rastro de agua, lo que desmontó la hipótesis sobre la presencia pasada de mares y océanos. “Hemos medido la cantidad de agua en la superficie lunar y sobre ella, por el momento solo hemos encontrado las más bajas cantidades”, explicó entonces el investigador de la Academia China de Ciencias Wen Jianyan.

La existencia de agua es un hecho fundamental para concebir una futura colonia permanente en el satélite. Su cuarta sonda, el Chang E4, está prevista para 2018. Y posiblemente para la próxima década habrá astronautas chinos pisando el suelo lunar.

Redacción QUO