Al igual que Van Gogh, el pájaro Dodo parece ser más valioso tras su paso por este mundo. El 22 de noviembre, la casa de subastas Summer Place, lanzará, en el marco de una propuesta de ítems relacionados con la evolución, el esqueleto casi completo (95%), de un pájaro Dodo (Raphus cucullatus), el ave más conocida debido a su rápida extinción en la isla de Mauricio, apenas 100 años después de la llegada de los europeos.
El propietario de la pieza ha ensamblado el esqueleto tras décadas de coleccionar diferentes huesos y solo le falta una parte del cráneo y de las garras. La mayoría de los huesos proceden de los pantanos de Mare aux Songes, en Mauricio, país que ha prohibido la exportación de huesos de su “ave nacional”. De hecho es el único país que exhibe un esqueleto de Dodo formado por huesos de un mismo animal. El resto de los esqueletos, aproximadamente unos diez, proceden de diferentes dodos.
Se espera que el tristemente célebre Dodo, que en vida no podía ni volar ni nadar y llegaba a los 23 kilos de peso, alcance una suma millonaria.
Las subastas de objetos científicos siempre han logrado enorme repercusión y altas cifras. Un ejemplo son las pertenencias de Albert Einstein, como su reloj de bolsillo, su, bastante deteriorada, chaqueta de cuero o los bloques de madera con los que jugaba de pequeño, subastados recientemente por un total de casi dos millones de euros. También se ha pujado por libros escritos por Galileo Galilei o Isaac Newton.
Quienes quieran buscar alguna joya extraña, pueden hacerlo en la casa especializada en objetos científicos Bonhams.
Juan Scaliter
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