Quien dice pizza dice cereales, pan, pasta, azúcar… cualquier alimento con una generosa dosis de hidratos de carbono. Este peculiar sabor está presente en una gran variedad de platos adorados por nuestros paladares, cuestión que a la mayoría de personas les hace tan difícil abandonarlos cuando una dieta se lo sugiere.

¿Podría ser que nuestra ‘adicción’ a estos productos venga por su característico sabor? Es la teoría que propone un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Oregón. Según Juyun Lim, que ha capitaneado la investigación, existe un sexto sabor que podríamos haber pasado por alto.

Como bien sabes, categorizamos los sabores por dulce, ácido, salado y amargo. Recientemente, a este grupo se sumó el famoso umami, presente en manjares tan deliciosos como el jamón serrano. Ahora, los investigadores abogan por la inclusión de otro: el almidonado.

Según explican los científicos en la investigación, publicada en la revista especializada Chemical Senses, los receptores de nuestra lengua se han ido adaptando evolutivamente a los alimentos que tomamos cotidianamente. Especialmente aquellos que contienen carbohidratos. Esto para ellos significa que el sabor «almidón» es distinguible para los seres humanos, que viene a ser el sabor que tienen los alimentos con azúcares complejos o ricos en carbohidratos.

Fuente: iflscience.com

Redacción QUO