Un grupo de expertos en embriología de la Universidad de Bath, ha demostrado por primera vez que se pueden conseguir embriones sin necesidad de recurrir a óvulos.Desde hace algunos años se sabe que los óvulos pueden ser engañados para desarrollar un embrión sin necesidad de ser fertilizados, pero el resultado, llamado partenogenotes, mueren después de algunos días debido a que ciertos procesos claves en el desarrollo requieren la información provista por los espermatozoides.
Sin embargo, un equipo liderado por Tony Perry, del Departamento de Biología y Bioquímica de la Universidad de Bath, ha desarrollado un método para inyectar partenogenotes de ratón con esperma y obtener ratones recién nacidos sanos, con una tasa de éxito de hasta un 24%. Esto, comparado con una tasa de 0% para partenogenotes o un 2% en el caso de clonación por transferencia nuclear, puede considerarse un éxito.

“Esta es la primera vez que se ha logrado el desarrollo a término mediante la inyección de esperma en embriones – explica Perry en un comunicado –. Hasta ahora se había pensado que sólo un óvulo era capaz de la reprogramación de espermatozoides que concluyera en el desarrollo embrionario. Nuestro trabajo desafía un dogma de dos siglos, que comenzó en 1827 cuando los primeros embriólogos, observaron por primera vez óvulos de mamíferos y concluyó 50 años después cuando pudieron estudiar la fertilización, que aseguraba que sólo un óvulo fecundado con un espermatozoide puede producir el nacimiento de los mamíferos”.

Los ratones nacidos como resultado de esta técnica parecen completamente sanos, pero su ADN ha comenzado a mostrar diferentes marcas epigenéticas (las no heredadas) en comparación con la fertilización normal. Esto sugiere que diferentes vías epigenéticas pueden llevar a un desarrollo similar, algo que no se había visto anteriormente.
El descubrimiento tiene implicaciones éticas ante las recientes sugerencias de que se podrían utilizar partenogenotes humanos como una fuente de células madre embrionarias porque se consideraban inviables. También sugiere que en el futuro, a largo plazo, podría ser posible criar animales sin recurrir a óvulos. Aunque esto sigue siendo sólo una idea, podría tener potenciales aplicaciones futuras en tratamientos de fertilidad y para la cría de especies en peligro de extinción.

«Esta es una investigación muy interesante que pueden ayudar a entender más acerca de cómo comienza la vida y qué es lo que controla la viabilidad de los embriones – concluye Paul Colville-Nash, del Consejo de Investigación Médica (MRC), responsable de financiar el estudio, publicado en Nature Communications – . Tal vez hasta podría tratar la infertilidad, aunque eso es aún algo muy lejano”.

Juan Scaliter