Dos recientes estudios ponen patas arriba muchas de las creencias que la ciencia sostenía respecto al árbol evolutivo de los humanos. El primero de ellos fue realizado por un equipo de la Universidad de Texas, liderado por Ryan J. Bohlender. De acuerdo con esta investigación, publicada en la reunión anual de la American Society of Human Genetics (Sociedad Americana de Genética Humana), las relaciones entre los modernos humanos, los neandertales y los denisovanos eran más complejas de lo que se pensaba. Utilizando un nuevo sistema de estimación, desarrollado por el equipo de Bohlender, llegaron a la conclusión de que las poblaciones antiguas que habitaron en Eurasia se mezclaron menos de lo que previamente se creía. Este nuevo método analiza las interacciones entre las tres poblaciones basándose en parámetros tales como las estimaciones actuales de tamaño de la población o cuándo finalizó el entrecruzamiento o cuándo se separaron las poblaciones, para luego buscar inconsistencias con la información obtenida de estudios genéticos sobre la coincidencia entre el genoma humano moderno y las de las poblaciones antiguas. Con esta información pudieron “viajar al pasado” para saber si todos los datos coincidían.

“Nuestro propósito – explica Bohlender en un comunicado – era averiguar todo lo que podemos compartir con estas antiguas poblaciones y cómo interactuaron en nuestra evolución. Esta nueva herramienta nos permitió descubrir que la población africana era, probablemente, un 50% más grande de lo que se pensaba anteriormente. También descubrimos que la fecha más precisa en la que se produjo la separación entre ancestros y humanos modernossería hace 440.000 años, lo que sugiere que los neandertales divergieron de nuestro linaje 100.000 años antes de lo que pensábamos. Tenemos la misma fecha de separación utilizando datos de múltiples poblaciones humanas modernas, lo cual es una buena señal”.
Los hallazgos abren la puerta a nuevas preguntas, la primera, obviamente es si esta nueva herramienta es confiable.

La segunda investigación tiene importantes implicaciones médicas actuales. Un estudio realizado por investigadores del Instituto Catalán de Oncología y del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia, señala que las relaciones entre sapiens y neandertales serían la causa deun tipo de papilomavirus, el que más capacidad tiene para generar tumores cancerígenos. El estudio publicado en Molecular Biology and Evolution, afirma que, a lo largo de nuestra vida, los humanos sufrimos infecciones por algún tipo de papilomavirus, la mayoría transcurren de modo asintomático, pero algunas de ellas, sobre todo la provocada por el VPH16, si puede tener consecuencias, como la aparición de tumores.

Ville Pimenoff, uno de los autores del estudio, explicó a SINC que “los resultados indican claramente que la variante A no se originó en los humanos modernos, sino que era mucho más antigua. Y los tiempos coincidían con los neandertales y denisovanos, la otra rama evolutiva que siguieron los primeros humanos que salieron de África hace unos 500.000 años».

Juan Scaliter