Existen en nuestro planeta grandes áreas de mares y océanos conocidas como zonas muertas. No contienen oxígeno y las bacterias que habitan en la región eliminan grandes cantidades de nitrógeno, un nutriente clave para la vida. Si el Anuario de Perspectivas del Medio Ambiente Mundial realizado por la UNESCO señalaba la existencia de 146 zonas muertas en los mares y océanos del planeta, un estudio de 2008, casi triplicaba la cantidad hasta las 406 regiones que cubrían 246.000 kilómetros cuadrados, el tamaño del Reino Unido.
Estas regiones se ubican en el Mar Báltico, el Golfo de México, la costa occidental de la India, de todo el continente americano y de Namibia. Pero ahora un nuevo estudio publicado en Nature Geoscience, afirma que la Bahía de Bengala, también alberga una «zona muerta» de unos 60.000 km2 de extensión y que llega a profundidades de entre 100 y 400 metros.
La autora principal del estudio, Laura Bristow, explica en un comunicado que «la Bahía de Bengala ha sido durante mucho tiempo un enigma porque las técnicas estándar sugerían que no había oxígeno en las aguas, pero, a pesar de esto, no se detectaban indicios de pérdida de nitrógeno”. Gracias el uso de nuevas tecnologías de detección de oxígeno, los investigadores demostraron que existe algo de oxígeno en las aguas de la Bahía de Bengala, pero en concentraciones mucho menores que las técnicas habituales permiten detectar: 10.000 veces menos que las que se pueden hallar en aguas normales.
Por otro lado, los microbios que habitan la región, eliminan el nitrógeno, pero a un ritmo más lento que en otras regiones. “Tenemos una situación muy extraña en la Bahía de Bengala – continua Bristow –: los microbios están preparados para eliminar mucho más nitrógeno de lo que lo hacen, pero la cantidad de oxígeno que hay allí, aunque pequeña, es suficiente para impedirlo”. Si se elimina más nitrógeno, se podría producir un grave desequilibrio en la vida marina. Para Wajih Naqvi, coautor del estudio, “si se eliminan las últimas trazas de oxígeno en la Bahía de Bengala, esta región podría convertirse en un protagonista de gran importancia en el equilibrio de la vida oceánica”.
Globalmente, se prevé que el calentamiento de la atmósfera, provocado por el cambio climático, lleva a un incremento de las“zonas muertas”. En la actualidad no está claro si el cambio climático llevaría a la eliminación de estas últimas huellas de oxígeno en las aguas de la Bahía de Bengala, pero Bristow advierte que “la Bahía de Bengala está en un punto de inflexión y actualmente necesitamos modelos para comprender de qué modo las actividades humanas pueden impactar en el ciclo del nitrógeno, tanto en esta región, como a nivel global”.
Juan Scaliter