En 1963, un estudiante de la Escuela Secundaria Mkwawa (Iringa, Tanzania) llamado Erasto B. Mpemba se percató en una clase de cocina que aquellos helados realizados con agua caliente, se congelaban antes que los realizados con agua fría. El fenómeno fue desarrollado seis años más tarde en un artículo publicado por Mpemba. Pero, hasta hoy, nadie ha estado muy seguro de cómo se producía.
Ahora, científicos de la Universidad Metodista del Sur de Texas y de la Universidad Nanjing (China), han publicado un nuevo artículo en el Journal of Chemical Theory and Computation en el que pretenden dar una nueva teoría a este curioso fenómeno. Sugieren que los enlaces entre átomos de hidrógeno y átomos de oxígeno de las moléculas de agua podrían ser la causa.
Según Dieter Cremer, uno de los investigadores, «hemos observado que los enlaces de hidrógeno cambian al calentarse el agua». Añadió que, a temperaturas más altas, los enlaces de hidrógeno eran más fuertes a consecuencia de que los más débiles se descomponen.
Sin embargo, la idea de que el agua caliente puede congelarse más rápido que el agua fría, sigue siendo controvertida. Otro artículo reciente afirmó que «no hay evidencias para apoyar las observaciones significativas del efecto Mpemba».
Uno de los problemas básicos es que el efecto es difícil de reproducir, aunque eso no ha evitado un montón de teorías al respecto. Una de ellas es que el agua caliente puede evaporarse, lo que reduce la masa y la cantidad de agua al ser congelada. Otra es el que el agua se congela a temperaturas más bajas desde la parte superior, mientras que el agua caliente se congela desde la parte inferior, aunque sin duda esto es discutible.
Fuente: iflscience.com
Redacción QUO