El ferrofluido es pinchudo, suave, negro como el azabache. Se diría que es un líquido cualquiera; excepto cuando se le somete a campos magnéticos. Entonces, los pinta con su propio cuerpo, como un artista del mimo, y se convierte en un mullido cojín que parece que solo está lleno de aire caliente. Tocarlo puede ser un pasatiempo inocente, pero solo con guantes; no se te ocurra jugar en casa con este compuesto inventado por la NASA en la década de 1960. El líquido, cuyo componente principal es el óxido de hierro, produce erupciones en la piel e irritación en los ojos. Al menos, es lo que dice el usuario de YouTube Brainiac75. Él lo ha probado y, afortunadamente, lo ha grabado para que todos podamos ver lo maravilloso que es.

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Redacción QUO