Hasta ahora, siempre se había creído que no podía haber fricción en un vacío perfecto. Pero ese dogma ha saltado en pedazos tras el descubrimiento realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Glasgow: un átomo en descomposición que viajaba a través de un vacío completo experimentando una fuerza similar a la fricción.

Los científicos trataban de medir que ocurría cuando el átomo emitía un fotón en dirección opuesta a la suya. Y lo que detectaron fue la existencia de una fuerza similar a la fricción que parecía que provocaba una pérdida de velocidad. ¿Cómo podía ser eso?

Tras pasar un largo período de tiempo buscando un posible fallo en los resultados, y analizándolosy volviéndolos a analizar, finalmente dieron con la clave del enigma. Que resultó no ser otra que la famosa ecuación de Einstein E=mc2, también conocida como “equivalencia entre masa y energía”.

Los investigadores descubrieron así que al emitir el fotón en dirección opuesta el átomo perdía una cierta cantidad de energía, que equivalía a determinada cantidad de masa. Aunque era tan inapreciable que nunca se había podido medir. Y al perder esa cantidad de masa, el átomo perdía también algo de impulso.

Al final, este hallazgo ha servido para dos cosas. Una, para confirmar algo que la Teoría de la Relatividad ya predecía, que los átomos al descomponerse pierden una parte de impulso equivalente a la masa que han perdido. Y la otra, para demostrar que incluso en el vacío perfecto esa fórmula se cumple.

Fuente: ScienceAlert.

Vicente Fernández López