La ciudad de Bad Kissingen, en el estado alemán de Baviera, y sus veintidós mil habitantes, son desde hace unos años los protagonistas del mayor experimento sobre los hábitos de sueño jamás realizado.
Su impulsor es Thomas Kantermann un neuropsicólogo defensor de la llamada cronobiología, disciplina que propone adaptar en la medida de lo posible los horarios a los ciclos del organismo humano.
Todos los habitantes de la ciudad usan aplicación que mide sus hábitos diarios. Cuantas calorías consumen, cuantas gastan, si hacen deporte o no, el tiempo que pasan mirando la televisión…
Paralelamente, la ciudad se ha sometido a un estricto horario que hace que las jornadas escolares se adapten a los picos de atención de los niños, o que el alumbrado público se apague y encienda a determinado ritmo para atenuar el paso del día a la noche y viceversa.
El objetivo es ver si todos estos cambios redundan en unos mejores hábitos de sueño de los ciudadanos y en una mejor salud en general. Aunque el experimento aún no ha concluido, por lo cuá,l aún no se conoce las conclusiones del mismo. Mientras tanto, Bad Kissingen ya ha sido rebautizada como Chrono City, la ciudad del tiempo.
Foto: Popular Science.
Redacción QUO