Perder algo en el espacio no es algo que resulte sorprendente. Pero para la mayoría de los terrícolas, el hecho de encontrarlo es una hazaña sin precedentes. Excepto para la NASA, quien ya tiene sobrada experiencia en este tipo de trabajo.
Gracias a una técnica de radar terrestre, el equipo del Laboratorio de Propulsión a Chorro ha conseguido encontrar dos sondas. Una de ellas es la sonda india Chandrayaan-1, la cual fue lanzada en 2008 y, un año después, se desactivó y se le perdió la pista. La otra, un poco más fácil de localizar, fue el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO). El trabajo de búsqueda de esta ha sido más sencillo porque aún estaba activada.
Según explica la Agencia en su web, «encontrar la LRO no ha sido muy complicado, ya que pudimos trabajar con los navegantes implicados en la misión y teníamos datos muy precisos de la órbita en la que se encontraba. En cambio, encontrar la Chandrayaan-1 ha supuesto un trabajo de detective, porque el último contacto con ella se remonta a agosto de 2009″.
La razón de complicarse la vida encontrando estas sondas no son por el valor de estas, sino para practicar esta nueva técnica, la cual podría ser muy útil de cara a futuras misiones lunares.
Fuente: NASA
Redacción QUO
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