Cuando una persona resulta apuñalada, las marcas en la ropa pueden contener pistas importantes para identificar tanto al atacante como señalar el arma utilizada. Los científicos forenses analizan los desgarros en la tela para deducir el tipo de cuchillo, el ángulo de ataque y la técnica de puñalada que provocó la herida. Un cuchillo de bordes rectos y con la punta afilada, por ejemplo, deja una marca limpia en el tejido. Un arma que tenga los bordes rectos, pero que amplíe su ángulo desde la punta hasta el mando,se podría identificar por el agujero ensanchado y una distorsión adicional cerca de la parte superior del rasgón. Los de hojas serradas desgastan la tela y dejan hilos sueltos en la trama del tejido.

Pero estos patrones no siempre son fáciles de descubrir, en parte porque los investigadoresdeben hacer la mayoría de los experimentos de laboratorio a mano, apuñalando diferentes muestras de tela y los errores humanos son inevitables. Con esto en mente un equipo de científicos forenses e ingenieros de la Universidad de Tecnología de Sydney y de la Universidad de Santa Cruz do Sul en Brasil, inventó una máquina apuñaladora para ayudar a estandarizar este tipo de investigación. Su brazo neumático puede coger casi cualquier tipo de cuchillo, y apuñalar diferentes muestras de tela en diferentes ángulos. En lo que están trabajando los responsables del ingenio, publicado en Forensic Science International, es en la dosificación de la fuerza, actualmente de 1 megapascal (similar a una mordedura humana) para tener un “catálogo de fuerzas” más amplio.

Juan Scaliter