Es una escena clásica del cine: la princesa Leia se aparece ante Obi-Wan Kenobi y Luke Skywalker, proyectada por R2D2. Se trata de un mensaje grabado y es posible verla en tres dimensiones y desde diferentes ángulos.
La posibilidad de conseguir esto, enviar y recibir mensajes holográficos, ha sido durante décadas una de las metas soñadas de los fanáticos de la ciencia ficción. Es cierto que todavía no llegamos a cumplir ese sueño, pero estamos cada vez más cerca de lograrlo gracias a al equipo de Ritesh Agarwal, de la Universidad de Pensilvania.

Agarwal ha insertado nanopartículas de oro en superficies planas y ultrafinas nanoestructuradas hechas de polidimetilsiloxano (PDMS). Con ellas recurrieron a modelos computacionales y experimentos, para calcular cuánto se expande una imagen holográfica a medida que el material que la genera se estira. Basándose en estos hallazgos, crearon hologramas de varias capas formados por dos o tres imágenes diferentes. Y lo que descubrieron fue que a medida que la superficie se estiraba, aparecían diferentes imágenes. La idea es innovadora porque propone también un soporte sobre el que se proyectarían las imágenes, uno que eventualmente podría también actuar como disco duro para almacenar las holografías.De acuerdo con los resultados obtenidos, publicados en Nano Letters, este nuevo método podría tener aplicaciones en realidad virtual, pantallas planas y comunicaciones ópticas.

Juan Scaliter