Un grupo de expertos de la Universidad Estatal de Arizona, liderados por Alexander Green, ha conseguido desarrollar circuitos similares a los que utilizan los microchips, pero en ácido ribonucleico o ARN. Básicamente se trata de ARN que incorpora puertas lógicas capaces de responder a un estímulo con dos opciones posibles, como Si o NO. Dependiendo de la respuesta pueden, por ejemplo, liberar una proteína. Gracias a ello sería posible evitar que se libere determinada hormona o producir una proteína específica. Se trata de una importante vía de exploración hacia el diseño y administración de fármacos, la producción de energías verdes, tecnologías de diagnóstico de bajo coste e incluso el desarrollo de nanomáquinas capaces de identificar y matar células cancerosas o desactivar genes aberrantes.
«Estamos utilizando de forma muy predecible y programable el ARN – explica Green –. Eso significa que podemos usar el software de ordenador para diseñar secuencias de ARN que se comporten de la forma en que lo deseamos en una célula, lo que hace que el proceso de diseño sea mucho más rápido».
De acuerdo con los autores del estudio, publicado en Nature, la siguiente etapa de investigación se centrará en el uso de esta tecnología para producir redes neuronales dentro de las células vivas, circuitos capaces de analizar una amplia gama de entradas excitatorias e inhibitorias, del mismo modo que lo hacen las neuronas.. En última instancia, los investigadores esperan inducir a las células a comunicarse entre sí a través de señales moleculares programables o, en pocas palabras, la formación de una verdadera red interactiva semejante a un cerebro.
Juan Scaliter