Los brotes de rayos gamma son eventos catastróficos en los que estrellas, 50 veces el tamaño del Sol, explotan en cuestión de segundos. Es tal el impacto que el proceso puede emitir tanta energía como una estrella del tamaño de nuestro astro solar en toda su vida. Este tipo de explosiones son habituales, pero afortunadamente lo hacen en galaxias que se encuentran a miles de millones de años luz de distancia de la Tierra. Como es algo impredecible, es difícil que los científicos puedan observar estos eventos en directo, más aún cuando ocurren en apenas unos segundos, pero ahora hemos podido asistir a uno de ellos.
La explosión fue recogida por el telescopio espacial “Fermi” de Rayos Gamma de la NASA y pudieron ver en tiempo real cómo sucedía. Así lo describe una de las integrantes del equipo que asistió a tal evento, Carole Mundell, de la Universidad de Bath (Reino Unido): “Fue muy brillante y produjo una llamarada muy corta que duró apenas 1 segundo antes de que se produjera la explosión principal. Por ello, el telescopio ya estaba preparado para capturar la luz que desprendía al mismo tiempo que lo hacían los rayos gamma de alta energía”. De hecho, apuntan que fue tan brillante, que incluso se podría haber captado con prismáticos. Esta es una representación de este tipo de explosiones:
Este hito ocurrió el 25 de junio de 2016, y ha recibido el nombre de GRB 160625B. Según los astrónomos, podría ayudarnos a entender cómo es el proceso interno de las explosiones de rayos gamma. Los científicos sugieren que estas explosiones ocurren cuando una estrella está a punto de morir y pasa a convertirse en un agujero negro. En el proceso, numerosas partículas son lanzadas hacia afuera en forma de rayo, pero hasta ahora se desconoce si estaban controladas por la propia materia o por el campo magnético del agujero negro. Pero ahora, gracias a este último acontecimiento, se tendrá una visión más exacta del fenómeno.
El Observatorio del Teide, en las Islas Canarias, también pudo captar el momento y reveló que en la fase inicial, la más brillante del proceso, es impulsada por una especie de radiación llamada “sincrotón”, que ocurre cuando los electrones se aceleran en una trayectoria curvada o espiral. El estudio de este evento ayudará a despejar décadas de misterios sobre cómo se producen estas explosiones de rayos gamma.
Fuente: ScienceAlert | NASA