Quienes esperen ver hoy por la noche un eclipse lunar “normal”, uno en el nuestro satélite quede parcialmente oculto y se vea «oscuridad», pueden verse desilusionados. Pero el espectáculo será sin duda igual de magnífico. A partir de las 21.10 horas, en el preciso momento en el que salga la Luna y el Sol comience a ocultarse, la primera comenzará a verse de un color marrón rojizo que mantendrá durante unas dos horas.
El efecto durará unas dos horas y, cerca de las 23:10 podremos observar cómo la Luna desaparece parcialmente y luego recupera su color habitual.

Este fenómeno se producepor la alineación del Sol, la Tierra y la Luna.Al quedar nuestro planeta en el centro, proyecta una sombra sobre la Luna que la oculta parcialmente. Este fenómeno solo se produce cuando la Luna está en fase llena.
El eclipse será visible desde España, excepto en las baleares y en el extremo oriental, pero en diferentes tonos. Y esto puede verse en la escala de Danjon que señala las diferentes con las que se puede apreciar la Luna. Durante un eclipse lunar, la luz del Sol atraviesa la atmósfera de la Tierra, que, en sus 480 kilómetros de espesor, está compuesta por diferentes gases, agua y partículas de polvo. Cuando la luz del Sol atraviesa la atmósfera terrestre choca contra las partículas y los gases y se dispersa, pero no todos los colores se dispersan del mismo modo. Los colores con longitudes de onda más cortas, por ejemplo los azules, se dispersan más que aquellos con longitudes de onda más largas como el rojo y el naranja, que pasan a través de la atmósfera. Esta luz “regresa” a la superficie de la Luna y le da el resplandor rojizo-anaranjado que podremos ver esta noche.
Dependiendo de la ubicación del observador, los tonos pueden cambiar ligeramente: mientras en España se verá de un marrón rojizo, en África será rojo.
Los expertos recomiendan ir a un sitio alto para ver mejor el eclipse y también intentar detectar un pequeño brillo azul, en la parte inferior de la Luna, que se debe al ozono terrestre dispersando la luz del Sol.

Juan Scaliter