La mayor parte del litio utilizado para fabricar las baterías de ion litio imprescindible en los dispositivos modernos proviene de Australia y Chile. Pero un grupo de científicos de la Universidad de Stanford, liderados por Gail Mahood, asegura que hay grandes depósitos de este metal en otras regiones, más precisamente en los supervolcanes (un tipo de volcán que posee una cámara magmática mil veces más grande que la de un volcán normal) .
En un estudio publicado en Nature, el equipo de Mahood, detalla un nuevo método para localizarlitio en los lagos de los supervocanes. Los hallazgos constituyen un importante paso hacia la diversificación de la oferta de este valioso metal, un recurso estratégico de energía tanto para dispositivos móviles como para los vehículos eléctricos del futuro.
«Vamos a tener que usar vehículos eléctricos para disminuir nuestra huella de carbono – explica Mahood en un comunicado –. Es importante identificar los recursos de litio en diferentes sitios para que la oferta no dependa de compañías o países individuales de modo que no estemos sujetos a ninguna manipulación económica o política”.
En los supervolcanes, el litio se acumula, junto con sedimentos, en el lago de la caldera, donde se concentra en una arcilla llamada hectorita. Debido a su antigüedad, presentan un riesgo muy bajo de erupción y son muy aptos para su explotación.
Para identificar qué supervolcanes ofrecen las mejores fuentes de litio, los investigadores midieron la concentración original de litio en el magma. Pero este metal es volátil, algo que dificulta medir directamente las concentraciones originales. Para resolver este obstáculo, los investigadores analizaron pequeños fragmentos de magma atrapados en cristales. Estas «inclusiones de fusión», completamente encapsuladas dentro de los cristales, sobreviven a la supererupción y permanecen intactas durante todo el proceso de desgaste. Como tal, las inclusiones de fusión registran las concentraciones originales de litio y otros elementos en el magma.
Juan Scaliter