Finales de 2018. Es la fecha en que presumiblemente comenzarán los primeros ensayos clínicos en humanos con células madre para tratar el párkinson, una enfermedad neurodegenerativa hasta ahora sin cura.
El anuncio llega de la mano de un artículo que muestra cómo investigadores japoneses han conseguido tratar esta enfermedad con éxito en monos mediante células madres pluripotentes inducidas (IPS, por sus siglas en inglés).
En el ensayo realizado en primates y publicado en la prestigiosa revista Nature consiguió mejorar los síntomas de la enfermedad. Otro punto importante es que mostró ser seguro, ya que una de las principales objeciones a la terapia con células madres es la posibilidad de que la inyección de éstas termine generando un tumor.
Los científicos japoneses que llevaron a cabo el experimento constataron que los monos que recibieron en trasplante de células madre realizaron más movimientos espontáneos. A nivel histológico también vieron que las neuronas transferidas extendieron proyecciones hacia el núcleo estriado.
Los científicos aseguran que comprobaron que las células no generaron ningún tumor en los dos años posteriores. Los investigadores defienden que con todos estos datos sobre la mesa los progenitores dopaminérgicos derivados de células pluripotentes inducidas (iPS)son aplicables clínicamente en el tratamiento de los pacientes con enfermedad de párkinson.
Redacción QUO