Este astrofísico profesor de la universidad Queen Mary de Londres descubrió el año pasado la existencia de Próxima B, el exoplantea (es decir, fuera del sistema solar), más cercano a la Tierra. Próxima B está a cuatro años luz de nosotros, en la estrella Próxima Centauri. Apasionado de la ciencia desde joven, Anglada trabaja sin descanso y promete localizar más planetas…en un futuro cercano.
“Descubridor de Planetas”. No está nada mal como carta de presentación…
Sí, es mi trabajo (ríe). Concretamente, detecto exoplanetas. Incluso diseño instrumentos y análisis de datos para detectarlos.
Cuéntanos, ¿cómo se descubre un planeta?
Los planetas no emiten luz propia, así que no tenemos forma de detectarlos directamente. Por definición, un Planeta orbita una estrella, así que nosotros las analizamos a ellas. Hay un par de métodos: si constatamos que la luz de la estrella disminuye periódicamente significa que un planeta la está bloqueando. Otra forma, la que yo utilizo más, es mirar cómo se mueve, porque hay signos en su comportamiento que indican que ahí hay un planeta. Así detecté Próxima B.
«Creo que la vida puede ser un proceso presente en todo el universo. Sería muy extraño que no existiera en otros lugares»
¿Cuánto tiempo os llevó dar con él?
Llevábamos tras él, o mejor dicho, tras varias estrellas, desde el 2011. En 2013 ya estábamos muy seguros que allí había algo, pero nos dijeron que nuestros planteamientos no eran convincentes, así que seguimos trabajando. Ante todo, quiero resaltar que este hallazgo es un trabajo de equipo.
Cinco años parece poco tiempo para descubrir un planeta.
Bueno, también hay que tener en cuenta que trabajamos con datos existentes desde el año 2000.
“Un año en Próxima B dura 11 días, y en una cara es siempre de noche”
¿Los datos para encontrar Próxima B estaban disponibles ya diez años antes?
Sí, pero nadie los había sabido interpretar. Por eso a mucha gente le dio rabia nuestro descubrimiento. Algunos científicos tuvieron la sensación de que se les había escapado delante de sus propias narices. Incluso muchos dijeron que lo habíamos inventado y se cuestionaron nuestros métodos.
¿En qué sentido?
Mis métodos son objetivamente mejores, pero los utiliza poca gente porque necesitas ciertos programas y dominar la estadística bayesiana, cosa que no todos los científicos hacen. Para muchos es como si fuera magia negra. Además, utilizamos el telescopio de forma distinta a lo habitual. Normalmente, te dejan los instrumentos dos o tres noches seguidas, pero buscábamos una señal que se repitiera en el tiempo (en nuestro caso cada once días), así que los pedimos dos meses, pero solo veinte minutos diarios. Eso no se había hecho antes y al no ser un procedimiento estándar, creó debate. Hay muchas cosas que se pueden hacer siempre de forma distinta.
“Durante la próxima década sabremos si hay vida en otros planetas”
Bueno, pues después te nombraron uno de los diez científicos más influyentes del mundo.
Sí, ha sido un hallazgo muy importante, básicamente porque Próxima B es el planeta descubierto más próximo a la Tierra.
Es como el vecino del cuarto…
Sí, tiene valor sentimental por cercanía, (ríe). La cuestión es que es muy difícil llegar a cualquier planeta y éste, dentro de la dificultad, es el más asequible. Su cercanía nos facilita su estudio.
“Para muchos científicos mis métodos son como magia negra”
¿Qué sabemos hasta ahora de Próxima B?
Muy poca cosa; que tiene una masa similar a la Tierra y que si tuviera atmósfera (cosa que sabremos a ciencia cierta en unos cuatro o cinco años) su temperatura también sería similar. Su año dura once días y en una cara es permanentemente de día y en la otra, de noche.
Sabemos poco, pero, ¿qué intuyes que encontraréis en él?
Yo no creo que sea un paraíso. Creo que sí tendrá atmosfera y tiene la pinta que tendrá mucha agua. Será casi como un océano entero. Además, es potencialmente habitable.
Y eso nos lleva a la eterna pregunta; ¿crees que hay vida en otros planetas?
Ahora sabemos que entre el 30-50% de las estrellas tienen planetas similares a la Tierra, en órbitas temperadas y condiciones de habitabilidad. Sabemos que como planeta, la Tierra no es una anomalía. Por l”o tanto, en teoría, deberíamos ver extraterrestres continuamente y sin embargo no pasa. ¿Por qué? Es la paradoja de Fermi planteada en los años cincuenta. Si ahora encontráramos vida en Próxima B sería mucha casualidad, ¿no? Querría decir que algo pasa. ¿Quizás ha habido otras civilizaciones pero no duran lo suficiente como para encontrarnos? ¿Se han autodestruido? ¿Tienden a no dejar su sistema solar?
“En teoría, deberíamos ver extraterrestres continuamente, pero no ocurre”
¿Cuál es tu conclusión?
Lo sabremos durante la próxima década. Hasta ahora, no hemos visto que haya nada, pero buscaremos evidencia de vida en varios planetas. Yo creo que al final será que no. Creo que somos algo así como una excepción. La probabilidad que un planeta tenga un clima estable durante tantos millones de años como nosotros es muy baja.
¿Así que estamos un poco solos?
No es tan fácil. La gente no se da cuenta, pero incluso aquí en la Tierra hay sitios en los que no hay ningún tipo de vida. El pico del Everest es gloria comparado con los planetas del sistema solar. De verdad, son muy hostiles. Creo que la norma que veremos serán planetas con vida muy básica, pero poco más. La vida compleja como la nuestra ya es otra cosa.
Después de años de pocos resultados, y de tu hallazgo, también la NASA anunció este año el descubrimiento de un nuevo sistema solar con siete planetas. ¿Vamos por el buen camino?
Sí, el problema es que cuando se empezaron a buscar planetas se hacía en estrellas parecidas al Sol, grandes, y así es mucho más difícil. No tenemos la sensibilidad instrumental ni entendemos las estrellas lo suficiente como para encontrarlas. En cambio, en los últimos cinco años ha habido un giro hacia las estrellas pequeñas llamadas enanas rojas. Es más fácil ver planetas en éstas. Es lo que hizo la NASA en este caso.
Una vez localizado el planeta, el siguiente paso es caracterizarlo. ¿Cómo se llevan a cabo estos estudios?
Estamos a décadas de tener la tecnología que pueda caracterizar los planetas más lejanos. Hay un proyecto llamado Breakthrough Starshot en el que ha invertido por ejemplo, Mark Zuckerberg, que busca desarrollar sondas capaces de llegar a planetas situados en Alfa Centauri, a unos 4 años luz de la Tierra. Estas sondas nos darían información. Creen que la tecnología estará disponible en veinte años.
Así que llegar a Próxima B en una nave es algo que nosotros no veremos.
Por ahora es imposible. Es como si le hubieran planteado a Galileo cuando descubrió que había lunas en Júpiter que cuándo las pisarían. Entonces lo más rápido que había eran carros de caballos. Ahora tenemos sondas explorando Júpiter. Quizás en 300 años aparecerá una tecnología disruptiva que lo haga posible. Tenemos una campaña en marcha para encontrar más planetas en la misma estrella de Próxima B. También alrededor de la estrella Barnard. Por otro lado, estamos construyendo un equipo para caracterizar Próxima B. Necesitamos especialistas de varios campos, estoy hablando con unas doce universidades. En el próximo año quizás pueda explicar más cosas.
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Redacción QUO