Imagina que vas dando un paseo y que del cielo cae un enorme bloque de hielo. Lejos de ser algo irreal, el fenómeno se repite ocasionalmente. Lyndsey Helliwell, de Busby, Gran Bretaña, ha sido la última en vivirlo. Estaba tranquilamente en su casa cuando una gran masa de hielo impactó contra el césped que rodeaba la vivienda. Afortunadamente, fulanita y su familia no sufrieron daños personal, pero ¿podría pasarte algo similar a ti? Difícilmente.
“Este tipo de fenómenos no tienen una base científica”, explica el meteorólogo Emilio Rey. “Es muy probable que tenga su origen en el goteo de agua que a veces se producen en los aviones. Al entrar en contacto con temperaturas exteriores de alrededor de 50º bajo cero se forma una capa de hielo que se va depositando en las alas de la aeronave. Por eso se llaman aerolitos. Cuando alcanzan un gran volumen, se desprenden y caen sobre la superficie terrestre”.
Sin embargo, una bola de granizo, sin llegar a esas dimensiones, sí puede ser letal. Se han detectado casos en lo que ha llegado a superar un kilogramos de peso. Así ocurrió en 1986 cuando una tormenta enel distrito de Gopalganj, Bangladeshmató a 92 personas y dejó una enorme pieza de pedrisco de 1,02 kg.
En España, recientemente, se han vivido importantes episodios de tormentas. A finales de julio, en Teruel, cayeron piedras de granizo del tamaño de pelotas de nieve que destrozaron algunos coches y enseres.
Redacción QUO