La Academia de Ciencias Sueca ha decidido conceder el premio Nobel de Física 2017 a los físicos estadounidenses Kip Thorne, Rainer Weiss y Barry Barish, por: «su contribución decisiva a los detectores de LIGO y la observación de ondas gravitacionales». Los tres investigadores ya habían sido galardonados en 2016 con el Premio Princesa de Asturias de la Ciencia.
Weiss y Thorne fueron (junto a Ronald Drever, ya fallecido), quienes impulsaron en 1984 la creación del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO), para tratar de detectar esta ondulaciones del espacio-tiempo predichas por la Teoría de la Relatividad.
Barish, por su parte, fue director de dicho observatorio durante una década e impulsó el proyecto de colaboración científica LIGO, en el que se integraron investigadores de todo el mundo. El esfuerzo dio finalmente sus frutos y en 2016 se anunció por primera vez la detección de ondas gravitacionales procedentes de la colisión de dos agujeros negros. Desde entonces, se han detectado en otras dos ocasiones.
Si estáis interesados en saber más sobre que son las ondas gravitacionales, no dejéis de leer el magnífico reportaje que publicamos en Quo en su momento.
Vicente Fernández López
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