Desde hace mucho se sabe que las erupciones volcánicas enfrían el clima global, pero ahora un grupo de expertos ha descubierto que también pueden aumentar el ritmo al que se derriten las capas de hielo. Así lo afirma un equipo de científicos, liderados por Francesco Muschitiello, en un artículo publicado en Nature Communications.
El equipo de Muschitiello analizó núcleos de hielo y depósitos de agua de deshielo de entre 12.000 y 13.000 años de antigüedad y descubrieron que las erupciones provocaron el derretimiento inmediato y significativo de la capa de hielo que cubría gran parte del norte de Europa al final de la última edad de hielo.
«Durante un período de 1.000 años – explica Muschitiello en un comunicado – las erupciones volcánicas estaban directamente vinculadas al derretimiento de las capas de hielo un año más tarde aproximadamente. Sabemos que si el hielo es más oscuro, se reduce la reflectividad y se derrite más rápido. Es ciencia básica. Pero hasta ahora nadie ha podido demostrar este vínculo directo entre el vulcanismo y el derretimiento del hielo cuando se trata de climas antiguos”.
Lo sorprendente es que no se trataba de volcanes que erupcionaban sobre o cerca de la capa de hielo, sino que se encontraban a miles de kilómetros de distancia en algunos casos. Las erupciones arrojaron enormes nubes de ceniza al cielo, y cuando la ceniza cayó sobre la capa de hielo, su color más oscuro hizo que el hielo absorbiera más calor de lo habitual.
El descubrimiento proviene de secciones transversales de depósitos, llamadas varvas glaciales, la mayoría de las cuales se recogieron entre los años1980 y 1990. Las varvas son los sedimentos estratificados que se forman cuando el agua de fusión debajo de una capa de hielo envía grandes cantidades de escombros hacia lagos cercanos. Al igual que los anillos de un árbol, las capas de una varva glacial cuentan la historia de las condiciones de cada año; una capa más gruesa indica más derretimiento, ya que habría habido un mayor volumen de agua para transportar el sedimento.
El equipo también comparó las varvas con los núcleos de la capa de hielo de Groenlandia, cuyas capas contienen un registro de antiguas condiciones atmosféricas. Comparando las capas de hielo con las varvas de los mismos períodos, el equipo descubrió que los años con actividad volcánica explosiva correspondían a capas de varvas más gruesas, lo que indicaba un mayor derretimiento de la capa de hielo del norte de Europa.
Juan Scaliter