Los pronósticos para el futuro del Ártico sólo pueden ser tan confiables como los modelos y datos en los que se basan. El problema es que los diferentes escenarios proyectados por los expertos varían mucho, y aún no está claro cuándo el Océano Ártico se verá libre de hielo durante el verano. Producir predicciones fiables es fundamental para tener una base para planificar a largo plazo.
De acuerdo con las últimas predicciones realizadas por científicos del Instituto Alfred-Wegener y del Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina (AWI), las temperaturas en el Ártico están subiendo dos o tres veces más rápido que el promedio mundial. El resultado es la disminución del hielo marino. El estudio, publicado en Nature, señala que a lo largo de la historia de nuestro planeta, el hielo Ártico estival era habitual en la Tierra, aún con temperaturas más altas, eso sí, con menos dióxido de carbono en la atmósfera.

“Gracias a los datos del núcleos de sedimentos – explica Rüdiger Stein, uno de los autores del estudio, en un comunicado –, tenemos pruebas claras de que durante el último periodo interglaciar hace aproximadamente 125.000 años, el Océano Ártico central estaba todavía cubierto de hielo durante el verano, mientras que en una zona al noreste de Spitsbergen el hielo prácticamente había desaparecido”.

Sin embargo, la comparación de los resultados de las simulaciones climáticas para los más recientes periodos interglaciales revela diferencias sustanciales: gracias a la radiación solar más intensa, las temperaturas del aire en aquellas latitudes eran también unos grados más altos que en la actualidad. Sin embargo, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera en dichas épocas era de 290 ppm (partes por millón), casi un 40% menos que en la actualidad.
Con estas condiciones, los científicos esperan un retroceso desproporcionadamente rápido del hielo en el Océano Ártico durante el verano a lo largo de las próximas décadas, seguido por su completa desaparición, dependiendo de la rapidez con que los niveles de CO2 aumenten. Los resultados del estudio revelan la complejidad de los procesos que configuran el cambio climático en el Ártico. Para frenar el calentamiento en esta región y la pérdida permanente de hielo marino, es vital reducir el nivel de emisiones antropogénicas de CO2 en la atmósfera.

Juan Scaliter