En 1992, la Unión de Científicos Implicados, un total de más de 1.700 expertos y personalidades vinculadas a la ciencia, emitieron un comunicado con el título Advertencia a la Humanidad de los científicos del mundo, en la que argumentaban que los impactos humanos en el mundo natural probablemente llevarían a una «gran miseria humana» y un planeta que quedaría «irremediablemente mutilado».
Este año se cumple el vigésimo quinto aniversario de aquella declaración y un nuevo grupo, esta vez liderado por el experto en ecología William J. Ripple y más de 15.000 investigadores de 184 países que han revisado el comunicado anterior para publicar una nueva notificación.
Utilizando análisis de secuencias temporales vinculadas a los 25 años transcurrido, los autores evalúan las respuestas humanas a las amenazas identificadas en 1992. Y los resultados muestran que, a excepción de una capa de ozono estabilizado, las noticias no son buenas.
“La humanidad – explican los autores – no está tomando las medidas urgentes necesarias para salvaguardar nuestra biosfera. La abrumadora mayoría de las amenazas descritas anteriormente continúan y la mayoría de ellas están empeorando de modo alarmante”.
Pero, como decían, no son todas malas noticias. Ripple y sus colegas señalan que “la rápida disminución global de las sustancias que dañan la capa de ozono muestra que podemos hacer cambios positivos cuando actuamos de manera decisiva”.
Con esto en mente, los responsables describen 13 áreas en las que los comportamientos humanos pueden guiar el planeta hacia la sostenibilidad. El hecho de que no se haga caso de este segundo aviso, afirman los firmantes, produciría consecuencias nefastas, con una pérdida de biodiversidad catastrófica y una miseria generalizada para los seres humanos.
La nota final de advertencia es muy clara: “Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida, y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestro único hogar. Podemos hacer un gran progreso por el bien de la humanidad y del planeta, del que dependemos”.
Juan Scaliter