Retinosis pigmentaria es el nombre que se da a un conjunto de trastornos de origen genético que afectan a la retina del ojo, y que provocan una degeneración de la misma. La consecuencia de ello es que la persona va sufriendo una pérdida progresiva de la visión hasta acabar padeciendo una ceguera total. Pero, ahora, la compañía británica GenSight Biologics ha recibido la autorización para realizar las pruebas de un nuevo tratamiento basado en la optogenética, para intentar curar este tipo de ceguera.
La optogenética es la técnica que permite manipular determinados genes para que se iluminen ciertas zonas del cerebro. Lo que los investigadores pretenden hacer es apalicarla al ojo, manipulando el gen que controla las llamadas células ganglionares de la retina. Lo que va a realizar esta terapia es insertar genes de algas buscadoras de luz en dichas células para transformarlas en fotorreceptoras.
Las algas en cuestión pertenecen a la variedad llamada Chlamydomonas renhardtti. Son organismos unicelulares que poseen un mecanismo que les permite buscar luz solar para la fotosíntesis. La idea, por tanto, es que el gen de las algas trasplantado al ojo humano sirva para ayudar a recuperar parte de la capacidad de visión.
Los voluntarios que participarán en las pruebas tienen que reunir varios requisitos, entre ellos no estar completamente ciegos aún y ser capaces de ver al menos cinco dedos a una distancia de un metro.
Vicente Fernández López