Sabemos que existen varios tipos de drogas ligados a las experiencias místicas, religiosas o espirituales. Pero, hasta la fecha, no existía prácticamente estudios que revelen si el alcohol también puede estar vinculado a este tipo de fenómenos. Por ese motivo, investigadores de la Universidad de Ámsterdam han realizado un curioso experimento durante la celebración de un festival de música.
Los autores del estudio trabajaron con un grupo de doscientos jóvenes a los que les pidieron que se colocaran el artilugio de la foto, conocido como el Casco de Dios. Se trata de un dispositivo experimental ideado por Stanley Koren y el neurólogo Michael Persinger para el estudio de la creatividad y los efectos de la estimulación sutil de los lóbulos temporales. A todos los jóvenes se les dijo que el casco serviría para estimularles el cerebro, provocándoles sensaciones similares a las de las experiencias místicas.
Los voluntarios se sometieron a la experiencia estando sobrios y también bajo los efectos del alcohol. Y el resultado fue que casi el 70% de ellos confesó haber tenido sensaciones extrañas, que incluían escuchar voces inexistentes, tener alucinacioens visuales, o sentir que se salían de su cuerpo. Y, alrededor del 30%, dijo no haber sentido nada. Lo que no se observó fue una diferencia apreciable en los resultados entre los que habían tomado alcohol y los que no.
Aunque lo más curioso del experimento es que, en realidad, el casco no estaba conectado a ningún lado y, por tanto, no provocaba ningún efecto en los cerebros de los voluntarios. Lo que demuestra que sus experiencias habían sido fruto de un efecto placebo.
Vicente Fernández López