A lo largo de más de cinco años, entre 2009 y 2014, un equipo internacional de científicos, liderados por Alexandre Monro, del Royal Botanic Gardens Kew, exploró las profundidades de algunas de las cuevas más desconocidas de China en el estudio más extenso sobre la flora cavernaria. Al examinar más de 60 cuevas en las regiones de Guangxi, Guizhou y Yunnan, los expertos pudieron evaluar la diversidad de plantas vasculares con más detalle que nunca.
Desde la década de 1950 hasta la de 1970, los bosques en el suroeste de China prácticamente desaparecieron debido a la demanda de carbón asociada con la rápida industrialización durante la Revolución Cultural de China. En el transcurso del estudio, publicado en PLoS One, se registraron 418 especies de plantas vasculares, con un 7% de ellas endémicas de las cuevas y un 37% de las especies endémicas de China. Una vez que todas las cuevas hayan sido analizadas, es probable que la cifra real esté entre 500 y 850 especies, según los autores.
“Esta colaboración – explica Monro en un comunicado – es un primer intento de documentar la presencia de plantas vasculares en cuevas en el sudeste de Asia. Antes de comenzar no teníamos idea de la diversidad o de la existencia de tantas especies solo de cuevas. Esperamos que este trabajo genere un mayor interés en las cuevas entre los botánicos, y también un mayor interés en las plantas entre los biólogos de cuevas, lo que producirá más estudios de paisajes ricos en cuevas en el sudeste asiático”.
La otra conclusión del estudio es que las zonas con poca luz en estos paisajes, se pueden considerar biomas distintos. Los autores señalan que las plantas que crecen con los niveles de luz más bajos registrados para plantas vasculares, indica queexiste una amplia gama de plantas capaces de realizar fotosíntesis a niveles de luz mucho más bajos de lo que originalmente se pensaba.
Juan Scaliter