En un esfuerzo por crear una fuente de energía para futuras tecnologías implantables, un equipo dirigido por Anirvan Guha, ha desarrollado un dispositivo eléctrico inspirado en la anguila capaz de producir 110 voltios. El mismo está diseñado con geles llenos de agua, llamados hidrogeles. Sus resultados muestran el potencial de una fuente de energía flexible para aprovechar la energía química de un sistema biológico.
El avance, que se presentará en la 62ª Reunión Anual de la Sociedad Biofísica, se ha inspirado en la capacidad de la anguila eléctrica para generar cientos de voltios.

El equipo de Guha construyó el dispositivo apilando capas de hidrogel llenas de diferentes concentraciones de agua salada. Los iones presentes en el líquido, son átomos o moléculas cargadas y cuando se acumulan a cada lado de la membrana, forman un gradiente iónico. Los investigadores obtuvieron energía del potencial eléctrico, o voltaje, a través de los gradientes de iones. A medida que se acumulaban más capas de hidrogel, mayor era el voltaje. Los investigadores pudieron producir hasta 110 voltios.

Para apilar los miles de hidrogeles individuales necesarios para generar más de 100 voltios,el equipo de Guha utilizó una impresora que “deposita pequeñas gotas de gel con la precisión y la resolución espacial para imprimir una matriz de casi 2.500 geles en una hoja del tamaño de un pieza normal de papel de la impresora – explica Guha en un comunicado –. El próximo objetivo es aumentar la corriente del hidrogel. En este momento estamos en el rango de decenas a cientos de microamperios que es demasiado bajo para alimentar la mayoría de los dispositivos electrónicos”.
En el futuro, el equipo de investigación espera que sus resultados ayuden a desarrollar fuentes de energía para dispositivos implantables. “Entonces será posible crear una batería que se recargue continuamente, porque estos gradientes iónicos se restablecen constantemente dentro del cuerpo”, concluye Guha.

Juan Scaliter