La tecnología CRISPR nos ha dado la capacidad de cambiar el contenido de genes a voluntad, ya sea para revertir enfermedades genéticas o mejorar los cultivos alimentarios y energéticos. Básicamente CRISPR-Cas9, su nombre completo, se basa en el sistema inmune de bacterias que reconoce y corta el material genético extraño de los virus invasores y así protege a las bacterias de la infección. Son numerosos los ejemplos en los que los científicos han utilizado este “corta y pega molecular” modificar genes específicos del ADN de bacterias, plantas y animales.
Pero ahora, un grupo de científicos, liderados por Cynthia Sharma, ha descubierto que CRISPR no solo permite editar el ADN sino también el ARN.
El ARN desempeña un papel central en todas las formas de vida. Una de sus funciones es servir de mensajero de material genético en la célula y transferir información fundamental para que esta pueda producir las proteínas esenciales para sus funciones. De este modo, la capacidad de influir en el ARN amplía enormemente los usos potenciales de CRISPR que podrán incluir qué genes se activan o desactivan y combatir los virus humanos que están hechos de ARN para detectar rápidamente los agentes infecciosos. El estudio ha sido publicado en Molecular Cell.
Juan Scaliter