Un grupo de científicos del Centro de Investigación en Agricultura de Ramat Negev, liderados por Ofer Guy, han logrado cultivar trufas desérticas cuyo precio de mercado puede alcanzar los 200 euros por kilo, cuatro veces más que el del uranio.
Los beduinos en la región del desierto del Negev pueden, ocasionalmente, extraer pequeñas cantidades de la trufa del desierto gracias a sus habilidades de rastreo, pero se trata deun suministro escaso, poco confiable y que requiere mucha mano de obra. “Nuestros resultados – señala Guy en una entrevista – demuestran que, en la naturaleza, necesitaríamos vastas áreas solo para obtener la cantidad de trufas que cosechamos en el campo experimental. Este es el primer paso para iniciar los cultivos a gran escala”.
Tanto el hongo como su arbusto huésped requieren poca agua y ningún fertilizante, lo que hace que el cultivo de esta trufa, la Terfezia leonis, sea potencialmente el cultivo agrícola más rentable del país. El cultivo comercial comenzará el año que viene.
Gracias a este avance, Israel se convertirá en la región más austral en cultivar comercialmente trufas negras.
Juan Scaliter
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