Gracias al análisis de un sitio prehistórico en el desierto de Libia, un equipo de investigadores de las universidades de Huddersfield, Roma y Modena y Reggio Emilia, ha podido establecer que los antiguos habitantes del África Sahariana, cultivaron y almacenaron cereales 10.000 años atrás. Además de las revelaciones sobre las primeras prácticas agrícolas, podría haber una lección para el futuro: si el calentamiento global conduce a la necesidad de cultivos alternativos, aquí tendríamos respuestas.
El equipo se ha centrado en un antiguo refugio rocoso en un sitio llamado Takarkori en el suroeste de Libia. Ahora es un desierto, pero en la época del Holoceno, hace unos 10.000 años, formaba parte del «Sáhara verde”: allí crecían cereales silvestres. En total se han encontrado más de 200.000 semillas, en pequeñas concentraciones circulares, lo que demostró que los cazadores-recolectores desarrollaron una forma primitiva de agricultura cosechando y almacenando cultivos.
Así, la investigación proporcionó la primera evidencia conocida de almacenamiento y cultivo de semillas de cereales en África. El sitio también ha producido otros descubrimientos clave, incluidos los vestigios de una canasta, tejida a partir de raíces, que podría haber sido utilizada para recoger las semillas. Por último el análisis químico de la cerámica del sitio demuestra que se estaban produciendo sopa de cereales y queso.
Una de las conclusiones del artículo, publicado en Nature, es que, aunque los cereales silvestres, cosechados por los habitantes del Sahara Holoceno, se definen como «malas hierbas» en términos agrícolas modernos, podrían ser un alimento importante para el futuro.
“El mismo comportamiento que permitió que estas plantas sobrevivan en un entorno cambiante en un pasado remoto – señalan los autores en el estudio – las convierte en algunos de los posibles candidatos más probables como recursos básicos en un futuro venidero de calentamiento global. Actualmente continúan siendo explotadas y cultivadas con éxito en África y están atrayendo el interés de los científicos que buscan nuevos recursos alimenticios”.
Juan Scaliter