Los fragmentos de un meteorito que cayó a la Tierra hace más de una década constituyen una importante evidencia de un planeta perdido que una vez orbitó por nuestro sistema solar. Así lo afirma un reciente estudio publicado en Nature.
Los autores del estudio analizaron los diamantes hallados dentro del meteorito Almata Sitta y concluyeron que probablemente fueron formados por un proto-planeta hace al menos 4.550 millones de años, cuando también se estaba formando la Tierra.
El meteorito, que se estrelló en el desierto nubio de Sudán en octubre de 2008, tienen pequeños cristales en su interior, lo que habría requerido una gran presión.
«Demostramos que estos grandes diamantes no pueden ser el resultado de un choque sino más bien del crecimiento que ha tenido lugar dentro de un planeta – explica Phillipe Gillet, líder del estudio, en un comunicado –. Lo que estamos afirmando es que tenemos en nuestras manos un remanente de la primera generación de planetas que faltan hoy porque fueron destruidos o incorporados en un planeta más grande».
De acuerdo con el equipo de Gillet, sería necesaria una presión de 200.000 bar (2.9 millones de psi) para formar tales diamantes, lo que sugiere que el planeta misterioso era al menos tan grande como Mercurio, posiblemente incluso Marte. .
Los científicos han teorizado por mucho tiempo que el sistema solar primitivo una vez contuvo muchos más planetas, algunos de los cuales eran poco más que una masa de magma fundido. Se cree que uno de estos planetas embrionarios, apodado Theia, se estrelló contra una Tierra joven, expulsando una gran cantidad de restos que luego formaron la luna.
Juan Scaliter