En el espacio, las nubes de gas se agrupan y colapsan, formando las estructuras a partir de las cuales nacen las estrellas

Estas agrupaciones acumulan materia y fragmentos, dando lugar a un grupo de estrellas jóvenes de diferentes masas, cuya distribución fue descrita por el astrónomo Edwin Salpeter como una ley astrofísica en 1955.

En contexto, la proporción de objetos masivos a objetos no masivos sería la misma en grupos de núcleos formadores de estrellas que en grupos de estrellas recién formadas. Esto sugirió que la distribución masiva de estrellas al nacer, conocida como Función Inicial de Masas (IMF por sus siglas en inglés), era simplemente el resultado de la distribución masiva de los núcleos a partir de los cuales se formaron, conocida como CMF por sus siglas en inglés. Sin embargo, esta conclusión resultó del estudio de las nubes moleculares más cercanas a nuestro Sistema Solar, que no son muy densas y, por lo tanto, no son muy representativas de la diversidad existente en la Galaxia. Así los astrónomos comenzaron a preguntarse sila relación entre CMF y elIMF es universal.

Ahora, el análisis de imágenes de la región activa de formación de estrellas W43-MM1, cuya estructura es mucho más típica de las nubes moleculares en nuestra galaxia, ha aportado nueva información.

En un estudio publicado en Nature Astronomy, un equipo de astrónomos europeos logró establecer una proporción estadísticamente sólida sobre una gama de masas que va, desde estrellas de tipo solar, hasta 100 veces más masivas. Para su sorpresa, la distribución no obedecía a la ley de Salpeter de 1955.

Los resultados mostraron que en W43-MM1, había una sobreabundancia de núcleos masivos, mientras que los núcleos menos masivos estaban por debajo de lo habitual.

Estos hallazgos cuestionan no solo la relación entre el CMF y el IMF, sino incluso la naturaleza universal de la función inicial de masas. La distribución masiva de estrellas jóvenes puede no ser la misma en todas partes de nuestra galaxia, al contrario de lo que se supone actualmente. Si este fuera el caso, la comunidad científica se verá obligada a reexaminar sus cálculos sobre la formación estelar y, eventualmente, cualquier estimación que dependa del número de estrellas masivas, como el enriquecimiento químico del medio interestelar, la cantidad de agujeros negros y supernovas, etc.

El objetivo de los responsables del estudio es analizar 15 regiones similares a W43-MM1 con el fin de comparar los datos obtenidos y determinar si las características de esta nube se pueden generalizar.