Visitar Maldivas (u otras islas amenazadas por el cambio climático) porque están a punto de desaparecer, es una forma de contribuir a este final. Así lo afirma un reciente estudio que, por primera vez, ha medidola huella turística mundial en toda la cadena de suministro, desde los vuelos hasta los recuerdos que traemos del destino.
Los resultados, publicados en Nature Climate Change, muestran que islas como Maldivas o Seychellesatraen una parte desproporcionada de las emisiones de carbono, teniendo en cuenta su pequeña población, debido a los turistas de otros países, mientras que Estados Unidos es responsable de la mayoría de las emisiones generadas por el turismo en general.
La investigación, liderada por Arunima Malik, de la Universidad de Sydney, descubrió que la huella global del turismo es aproximadamente cuatro veces mayor que las estimaciones anteriores. y ya es responsable de casi una décima parte de los gases de efecto invernadero.
Para llegar a esta conclusión fue necesario un año y medio y más de mil millones de datos vinculados a cadenas de suministro y su impacto en la atmósfera.
«Nuestro análisis – señala Malik en un comunicado – es una primicia mundial sobre el verdadero coste del turismo, incluidos los consumibles como la comida y los recuerdos. Es una evaluación completa del ciclo de vida del turismo mundial para asegurarnos que no dejamos de contemplar ningúntipo de impacto”.
Juan Scaliter