Las abejas cuco, al igual que las aves por la cual reciben su nombre, ponen sus huevos en los nidos de otras especies de abejas. Después de ello, las crías recién nacidas matan las otras larvas y se alimentan del polen almacenado.
Ahora, un equipo de científicos liderado por Thomas Onuferko, ha descubierto nueve nuevas especies de estas abejas en colecciones y museos de América del Norte, así como otras seis ocultas en tesis académicas inéditas.

En la actualidad, hay un total de 43 abejas cuco conocidas en el género Epeolus, muchas de las cuales pasan desapercibidas ya que no tienen sus propios nidos. Miden entre 5,5 y 10 mm de longitud y carecen de las vellosidades propias de otras abejas, ya que no las necesitan para recolectar polen: se alimentan del trabajo de otras.
«Puede parecer sorprendente para algunos que en lugares bien investigados como Canadá y Estados Unidos todavía existe potencial para el descubrimiento de nuevas especies – explica Onuferko en un comunicado – . La gente ha estado al tanto de algunas de las nuevas especies que estoy describiendo, pero nunca han sido nombradas anteriormente. Sin embargo, hay un montón de otras especies que nadie conocía”. Los resultados se han publicado en ZooKeys.

Parte de la razón por la que se ha tardado tanto en identificar a estas nuevas abejas es que son pequeñas, poco comunes y pueden ser difíciles de diferenciar. Onuferko ha bautizado a una de las especies Epeolus attenboroughi, por el reconocido locutor y naturalista británico Sir David Attenborough.

Juan Scaliter