Un equipo internacional, formado por expertos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) y la Universidad de Linköping (Suecia) ha fabricado una retina artificial compuesta por una película fotoactiva, como un sensor de cámara digital, en una escala nanométrica. Lo que hace diferente a esta retina es que está hecha con pigmentos orgánicos económicos y ampliamente disponibles. De hecho muchos se utilizan en tintas para tatuajes y en la industria cosmética.
El dispositivo, descrito en un artículo publicado en Advanced Materials, está formado por la mencionada película (similar a los píxeles de los sensores de una cámara digital), que convierte los impulsos de luz en señales eléctricas. Estas señales, a su vez, estimulan las neuronas. El objetivo es que estas retinas artificiales, en el futuro, pueden restaurar la vista a las personas ciegas.
De acuerdo con los líderes del estudio, Eric Glowacki y Yael Hanein, cada píxel es verdaderamente microscópico: aproximadamente 100 veces más delgado que una neurona y su diámetro es más pequeño que el de un cabello humano.
«El tiempo de respuesta – explica David Rand, coautor del estudio, en un comunicado –debe ser corto si queremos obtener el control de la estimulación de las células nerviosas. Aquí, las células nerviosas se activan directamente. Hemos demostrado que nuestro dispositivo puede usarse para estimular no solo las neuronas en el cerebro sino también las neuronas no funcionales en las retinas. Hemos optimizado la película fotoactiva para la luz infrarroja cercana ya que los tejidos biológicos, como los huesos, la sangre y la piel, son más transparentes a estas longitudes de onda. Esto plantea la posibilidad de otras aplicaciones futuras en humanos”.
Juan Scaliter