Hasta la fecha, Próxima b estaba considerado el planeta potencialmente habitable más cercano a la Tierra. Aunque se encuentra situado a la nada despreciable distancia de 4,2 años luz. Por eso, surge la inevitable cuestión: ¿Sería posible enviar algún día una misión tripulada para explorarlo y fundar una colonia? Por supuesto, tendría que ser una misión intergeneracional. Es decir, los tripulantes que saliesen de la Tierra tendrían que reproducirse en la nave para que sus descendientes llegasen a su destino varias generaciones después.

Frédéric Marin, un investigador de la Universidad de Estrasburgo, en Francia, ha calculado cuál tendría que ser el número mínimo de tripulantes que deberían partir desde nuestro planeta para garantizar el éxito de la misión. Para ello, ha realizdo una serie de simulaciones teniendo en cuenta diversos factores: la proporción de hombres y mujeres, el ratio de fertilidad, las posibilidades de sufrir accidentes…

Y la conclusión a la que ha llegado es que se necesitarían un mínimo de 98 tripulantes iniciales, para garantizar que algunos de sus descendientes llegarán a Próxima b. Por debajo de esa cifra, las posibilidades disminuyen notablemente, y aumentan además las de tener que practicar la endogamia entre la tripulación, lo que provocaría que sus descendientes no estarían en las condiciones genéticas ideales para fundar una colonia. Y si la cifra inicial de viajeros es de 32 o menos, las posibilidades de coronar con éxito la misión son del 0%.

De cualquier forma, es muy probable que nunca haya ninguna misión estelar a Próxima b, ya que el planeta fue arrasado recientemente por una llamarada estelar que ha acabado con sus posibilidades de ser habitable.

Fuente: NewScientist.

Vicente Fernández López