El consumo de frutos secos mejora significativamente la calidad y la función de los espermatozoides, de acuerdo con los resultados de un ensayo que midió los parámetros convencionales del esperma y los cambios moleculares durante un período de estudio de 14 semanas. Los hallazgos, señalan los autores, liderados por Albert Salas-Huetos, de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgil,“respaldan el papel beneficioso del consumo crónico de nueces en la calidad de los espermatozoides y reflejan la necesidad de investigación sobre recomendaciones dietéticas específicas para hombres”.
El estudio, presentado en el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, fue realizado, en el marco de un constante declive general en la cantidad y calidad del esperma humano, atribuido en los países industrializados a “contaminación, tabaquismo y tendencias hacia una dieta de estilo occidental”. En este estudio, los voluntarios que consumieron nueces (60 gramos diarios durante 14 semanas) mostraron mejoras significativas en su conteo de espermatozoides, vitalidad, motilidad y morfología. Los hallazgos son consistentes con las mejoras encontradas en otros estudios recientes con dietas ricas en omega-3, antioxidantes (p. ej., vitamina C y E, selenio y zinc) y ácido fólico. Las nueces son alimentos que contienen muchos de estos nutrientes y otros fitoquímicos.
El estudio se llevó a cabo entre 119 hombres jóvenes sanos de entre 18 y 35 años a los que se le agregaron los 60 gramos diarios de nueces en su dieta habitual. En su análisis, el estudio registró no solo parámetros de esperma (según los puntos de referencia de la OMS) sino también cambios en varios factores moleculares, incluida la fragmentación del ADN espermático. Se analizaron muestras de esperma y sangre al inicio y después de las 14 semanas.
Los resultados mostraron, en primer lugar, niveles significativamente más altos de recuento de espermatozoides, vitalidad, motilidad y morfología en los hombres asignados al azar a la dieta de nueces. Las mejoras fueron en torno al 16% en el conteo de espermatozoides, el 4% en la vitalidad de los espermatozoides, el 6% en la motilidad de los espermatozoides y el 1% en la morfología.
Aunque estos son resultados estadísticamente significativos con un alto nivel de evidencia científica, Salas-Huetos enfatizó que los sujetos en el estudio eran todos hombres sanos y aparentemente fértiles siguiendo una dieta occidental, por lo que advierte que los resultados no se pueden extrapolar a la población en general.
Juan Scaliter