No hay muchos estudios científicos que se centren en la técnica de hacer punto. Pero, ahora, científicos de la École Normale Supérieure de París, han realizado un experimento para intentar desvelar uno de los mayores misterios de esta actividad: ¿por qué una bufanda de punto se puede extirar cómo si fuera elástica, cuando la hebra con la que se tejió no lo es?
Los investigadores aseguran que se trata de un ejemplo de como un material muy simple (una hebra de lana unidimensional) puede estructurarse para convertirse en un material con unas propiedades mecánicas diferentes.
Para comprender por qué se produce ese fenómeno, los investigadores estiraron un tejido hecho con hilo de pescar de nailon, de 51×51 puntos a punto de jersey (el más básico que hay). Fijaron los extremos y grabaron cómo cambiaba de forma y posición cada punto al estirar el tejido. Y observaron que estos se movían en líneas rectas: los de los lados en horizontal, y los del medio sobre todo en vertical. El tejido en su conjunto adoptaba la forma de un reloj de arena, algo similar a lo que se observa al estirar una goma.
Comprobaron así que no son las propiedades de la hebra las que influyen en la forma que adopta el tejido al estirarlo, sino que es su estructura la que lo determina.
Fuente: SINC.
Vicente Fernández López