Las capacidades aerodinámicas de las arañas han intrigado a los científicos durante cientos de años. El propio Charles Darwin reflexionó sobre cómo era posible que cientos de estos insectos lograron posarse en el Beagle en plena navegación y luego despegar a grandes velocidades en un día sin viento.

Hasta ahora, los científicos habían atribuido el comportamiento de estos artrópodos sin alas al «vuelo en globo”: las arañas pueden transportarse a miles de kilómetros liberando rastros de seda que los impulsan hacia arriba en el viento.
Sin embargo, el hecho de que se haya observado cuando no hay viento e incluso en condiciones de lluvia, plantea la pregunta: ¿cómo despegan las arañas con bajos niveles de resistencia aerodinámica?
Un grupo de biólogos de la Universidad de Bristol, liderados por Erica Morley, creen haber encontrado la respuesta.

«Muchas arañas emprenden este tipo de vuelo utilizando múltiples hebras de seda que se extienden en forma de abanico, lo que sugiere que debe haber una fuerza electrostática involucrada – explica Morley en un comunicado –. Las teorías actuales no pueden predecir los patrones de vuelo de las arañas utilizando solo viento como medida. Queríamos saber si había otras fuerzas externas, así como resistencia aerodinámica que podría disparar el vuelo y qué sistema sensorial podrían utilizar para detectar este estímulo”.

La solución al misterio podría estar en el Gradiente de Potencial Atmosférico (APG por sus siglas en inglés), un circuito eléctrico global que siempre está presente en la atmósfera. El APG y los campos eléctricos que rodean a toda la materia pueden ser detectados por los insectos. Por ejemplo, los abejorros pueden detectar campos eléctricos que surgen entre ellos y las flores, y las abejas pueden usarlos para comunicarse con la colmena.

Desde hace tiempo se sabe que la seda de araña es un eficaz aislante, pero hasta ahora no se sabía que estos insectos pudieran detectar y responder a los campos eléctricos de forma similar a las abejas.
Los hallazgos, publicados en Current Biology, tienen aplicaciones más allá del mundo de los artrópodos. La dispersión aérea es un proceso biológico crucial para muchas orugas y arañas rojas también. Una mejor comprensión de los mecanismos detrás de la dispersión son importantes para la ecología global, ya que pueden conducir a una mejor descripción de la dinámica de la población, la distribución de las especies y la resiliencia ecológica.

Juan Scaliter