Un equipo de científicos, liderado por Sam Maglio, se ha hecho una pregunta: ¿Por qué algunas personas confían en sus instintos en lugar de en la lógica? La conclusión, publicada en Emotion, es que podría ser que vean esas decisiones como un reflejo más preciso de su verdadera personalidad y, por lo tanto, sea más probable que la mantengan a lo largo del tiempo.

«Ofrecemos lo que creemos que es un enfoque novedoso y único para la pregunta de por qué las personas llegan a tener ciertas actitudes – explica Maglio –. Centrarse en los sentimientos en oposición a la lógica en el proceso de toma de decisiones llevó a los participantes a actitudes más seguras y a abogar más enérgicamente por sus elecciones”.

El equipo de Maglio realizó una serie de experimentos con más de 450 participantes. En cada uno de los experimentos, los participantes tuvieron que elegir entre una selección de elementos similares, como diferentes reproductores de DVD, tazas, apartamentos o restaurantes. Cada voluntario debía tomar una decisión basada en la lógica o en su intuición. Luego se les hizo una serie de preguntas sobre la elección.

Los participantes que recibieron instrucciones para tomar una decisión intuitiva, tenían más probabilidades de informar que esa decisión reflejaba su verdadero yo. Los investigadores también descubrieron que quienes tomaron estas decisiones las defendían con más ahínco y las compartían con más personas.

“Esto sugiere que centrarse en los sentimientos no solo cambia las actitudes; también puede cambiar el comportamiento – añade Maglio –. Una cosa que fue sorprendente fue cuán dispuesta estaba la gente a tomar una decisión intuitiva. Pero esto también puede ser una espada de doble filo. Por ejemplo, si alguien elige un programa de ejercicios (por ejemplo, ciclismo) basado en los sentimientos, es más probable que se adhiera a él. Por otro lado, las decisiones instintivas vinculadas a lo político, pueden ser un obstáculo para que una democracia funcione”.

Juan Scaliter