La misión de la NASA que buscará vida en Titán, la luna de Saturno, con un dron, ha sido retrasada hasta 2027
Cuando se piensa en vida extraterrestre nos vienen a la cabeza planetas más allá de nuestro sistema solar, pero la NASA tiene varios proyectos de búsqueda de vida extraterrestre en nuestro “vecindario galáctico”. En la búsqueda de vida fuera de la Tierra tanto los planetas como sus lunas podrían ser el hogar de organismos microscopios.
Saturno es el planeta de nuestro sistema solar con más lunas, 53 pequeños mundos que junto con miles de fragmentos de roca y polvo forman su característico anillo. Encelados es una de las lunas saturninas donde los científicos sospechan que podría existir vida, habitando en el océano activo bajo su superficie de hielo. Pero no es el único satélite de Saturno que podría albergar extraterrestres.
Titán, la luna más grande de Saturno, que es aproximadamente la mitad del tamaño de la Tierra, es el objetivo de la misión Dragonfly, un dron con el cometido de explorar Titán en buscas de organismos microscópicos o componentes químicos que podrían indicar los primeros pasos en la formación de la vida
Buscando vida en la luna de Saturno
La misión Dragonfly utilizará por primera vez un vehículo multirotor, un aparato similar a un dron, a diferencia del helicóptero del Ingenuity, con un solo rotor, y con un final menos dramático. La NASA ya había recreando la llegada del Dragonfly a la luna mediante una simulación por ordenador, pero a causa de la pandemia del coronavirus aun tendremos que esperar un poco más para que nos empiecen a llegar datos de Titán.
En un principio el despegue de la Dragonfly iba a realizarse en 2026 llegando a Titán en 2034, pero las condiciones de la pandemia hicieron que los preparativos se ralentizasen. Como consecuencia la NASA ha anunciado que, aunque la misión continua, el despegue no se producirá hasta 2027, retrasando por lo menos un año su llegada al satélite de Saturno.
Las tareas para su llegada no han cambiado, el Dragonfly explorará lugares clave de Titán en busca de vida, mediante sus sensores atmosféricos y químicos. Entre las localizaciones clave de Titán están un enorme campo de dunas, como las de los desiertos terráqueos y el cráter de impacto dejado por un meteorito, en el cual se acumula agua líquida.
La atmósfera de Titán es rica en nitrógeno, lo que permite que se formen nubes de metano y otros compuestos orgánicos. Las nubes acaban haciendo que sobre la luna nievan compuestos orgánicos habitualmente. El clima, la abundancia de compuestos orgánicos y el agua superficial hacen de Titán un lugar muy parecido al que era al Tierra cuando empezó a surgir la vida, un paisaje que Dragonfly está preparándose para descubrir.