Un cometa recién descubierto podría ser visible a simple vista cuando pase junto a la Tierra y el Sol en las próximas semanas, por primera vez en 50.000 años, según los astrónomos

El cometa se denomina C/2022 E3 (ZTF) por el nombre de la Zwicky Transient Facility, parte del Observatorio Palomar en California, que lo observó por primera vez pasando junto a Júpiter en marzo del año pasado. Tras viajar desde los confines helados de nuestro Sistema Solar, se acercará al Sol el 12 de enero y pasará cerca de la Tierra el 1 de febrero.

Será fácil de observar con unos buenos prismáticos e incluso a simple vista, siempre que el cielo no esté demasiado iluminado por las luces de la ciudad o la Luna. El cometa será más brillante cuando esté más cerca de la Tierra, según los astrónomos del Instituto de Tecnología de California que trabaja en la Zwicky Transient Facility.

El cometa, formado por hielo y polvo y que emite un aura verdosa, tiene un diámetro estimado de alrededor de un kilómetro, según Nicolas Biver, astrofísico del Observatorio de París. Esto lo hace mucho más pequeño que NEOWISE, el último cometa visible a simple vista, que pasó junto a la Tierra en marzo de 2020, y que Hale-Bopp, que pasó por allí en 1997 con un diámetro de unos 60 kilómetros.

Pero la nueva visita se acercará más a la Tierra, lo que puede compensar el hecho de que no sea muy grande. Para el hemisferio norte, el cometa será más visible durante la última semana de enero, cuando pase entre las constelaciones de la Osa Menor y la Osa Mayor. La luna nueva del fin de semana del 21 y 22 de enero es una buena oportunidad para los observadores de estrellas.

También podría ocurrir que el objeto fuera el doble de brillante de lo esperado, según los astrónomos. Otra oportunidad para localizar el cometa en el cielo llegará el 10 de febrero, cuando pase cerca de Marte.

Visitante poco frecuente

El cometa ha pasado la mayor parte de su vida al menos 2.500 veces más lejos de lo que la Tierra está del Sol. Se cree que el cometa procede de la Nube de Oort, una vasta esfera que rodea el Sistema Solar y que alberga misteriosos objetos helados.

La última vez que el cometa pasó junto a la Tierra fue durante el Paleolítico Superior, cuando los neandertales aún vagaban por la Tierra. La próxima visita del cometa al Sistema Solar interior está prevista para dentro de 50.000 años. Sin embargo, existe la posibilidad de que, tras esta visita, el cometa sea «expulsado permanentemente del Sistema Solar.

El telescopio espacial James Webb será uno de los observadores más atentos. Sin embargo, no tomará imágenes, sino que estudiará la composición del cometa, a medida que el Sol vaya desprendiendo sus capas externas.