La nave espacial británica logró fotografías cercanas del polo norte de Mercurio, en su camino hacia la órbita del planeta en 2026
Mercurio es el planeta más pequeño y próximo al Sol, lo que lo convierte en un entorno extremo para la investigación científica. Su proximidad al Sol genera temperaturas que pueden superar los 430 °C durante el día y caer hasta -180 °C por la noche. La misión BepiColombo, un esfuerzo conjunto de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia japonesa JAXA, utiliza tecnología avanzada para soportar estas condiciones extremas y estudiar aspectos como su composición, estructura interna y magnetosfera.
El pasado miércoles a las 06:59 CET, la nave espacial BepiColombo, construida por la empresa británica Airbus en Stevenage y lanzada en 2018, sobrevoló el polo norte de Mercurio a una distancia de apenas 295 km. Las cámaras de monitoreo capturaron impresionantes imágenes de la superficie del planeta, iluminada por la luz solar, incluyendo detalles de sus llanuras del norte y cráteres como Nathair Facula y Fonteyn.
Este sobrevuelo marca la sexta y última aproximación de la nave antes de su inserción orbital en 2026. A partir de ahora, las cámaras de monitoreo ya no podrán tomar imágenes cercanas de Mercurio, ya que el módulo en el que están instaladas se separará para permitir que los dos satélites de la misión se dediquen completamente a recopilar datos científicos durante al menos un año.
Uno de los principales objetivos de la misión es analizar la composición de Mercurio. Aunque parece un planeta estéril, los científicos buscan evidencias de agua en cráteres profundos que nunca han sido alcanzados por la luz solar. Esto podría proporcionar pistas sobre la formación del sistema solar y la distribución del agua en él.
Además, la misión intenta comprender por qué Mercurio tiene un núcleo metálico tan grande en relación con su tamaño total, lo que podría revelar detalles únicos sobre su formación y evolución.
Para llegar a la órbita de Mercurio, BepiColombo tuvo que realizar una compleja serie de maniobras gravitacionales. En total, realizó nueve sobrevuelos: uno cerca de la Tierra, dos en Venus y seis en Mercurio. Estos encuentros permitieron reducir la velocidad de la nave para que pudiera ser capturada por la débil gravedad del planeta, sin gastar una cantidad excesiva de combustible.
Frank Budnik, gerente de dinámica de vuelo de la misión, explicó: “La fase principal de la misión no comenzará hasta dentro de dos años, pero estos seis sobrevuelos han proporcionado información valiosa sobre un planeta poco explorado”.
Por su parte, Geraint Jones, científico del proyecto en la ESA, añadió: “El equipo de BepiColombo trabajará intensamente durante las próximas semanas para analizar los datos obtenidos durante este sobrevuelo y resolver tantos misterios de Mercurio como sea posible”.
Cuando la nave entre en órbita en 2026, los dos satélites, uno operado por la ESA y otro por JAXA, comenzarán su análisis detallado del planeta. Mientras tanto, las imágenes y datos obtenidos durante los sobrevuelos anteriores seguirán siendo fundamentales para preparar las fases científicas de la misión y para enriquecer nuestro conocimiento sobre este enigmático vecino planetario.
Con este esfuerzo conjunto, BepiColombo promete desentrañar los secretos de Mercurio, un pequeño pero fascinante integrante del sistema solar.
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