¿Una moneda tirada desde un rascacielos ¿puede matar a un peatón?
No. Para empezar, porque la aerodinámica de una moneda hace que planee (esto es, que venza la fuerza de rozamiento) como lo hace la hoja de un árbol. Por tanto, a pesar de la velocidad que cogerá la moneda al caer, lo más que podrá provocar es un hematoma, pero nunca un golpe mortal. Una bala, por ejemplo, está fabricada aerodinámicamente para hacer daño (evita el rozamiento).
¿El agua gira en dirección contraria en los desagües del hemisferio sur, a causa de la rotación terrestre?
No. O podríamos decir que no es del todo cierto, pues si lo fuera, en un lavabo situado justo en la línea ecuatorial el agua no haría remolino alguno. Lo que sí es cierto es que la influencia de la rotación de la Tierra –el efecto Coriolis, que es teóricamente responsable del sentido del giro del remolino– es mucho menor en el Ecuador. Sin embargo, el movimiento del remolino depende, sobre todo, de la forma del recipiente.
¿Los adultos desarrollan nuevas neuronas?
Sí. Hace más de una década que sabemos que es así. Hasta entonces se creía que todas las células cerebrales humanas iban desapareciendo sin remisión. Primero aparecieron evidencias de que se producía regeneración neuronal en reptiles y aves, y más tarde supimos que también la había en mamíferos y en humanos. Aunque la mayor evidencia de desarrollo de nuevas neuronas en adultos se demuestra en un estudio de investigadores suecos y neozelandeses publicado en Science el pasado mes de febrero. Este trabajo ha demostrado la existencia de neurorregeneración en el bulbo olfativo, un órgano pequeño que está situado bajo el cerebro, y cerca de la mucosa olfativa. También se han hallado neuronas recién nacidas en una zona del hipocampo relacionada con la memoria y el aprendizaje.
Si todos los chinos saltaran a la vez, ¿cambiaría el sentido de rotación de la tierra?
No. O digamos, más bien, improbable. Resulta que hay unos 1.313 millones de chinos que viven en la República Popular China. Si alguien consiguiera que saltasen todos a la vez (algo poco probable) y llegaran todos al suelo al mismo tiempo, el efecto sería como la explosión de algo más de medio kilotón. Aunque, eso sí, repartida por una superficie terrestre tan amplia que su efecto no se notaría prácticamente. Porque, aunque pudiéramos coordinar el salto de todos a la vez, no caerían al suelo en el mismo instante, debido a que el salto depende de la fuerza del impulso. Además, la masa de nuestro planeta –cercana a los 5,9 por 1024 kilogramos– supera en más de un millón de veces la de todos los chinos juntos. El efecto sería practicamente inapreciable.
¿Los pollos pueden vivir sin cabeza?
Sí. Al menos, en una ocasión. Este mito nació con el caso de un pollo llamado Mike que vivió en Fruita, una ciudad de Colorado (EEUU). Parece ser que esta ave vivió sin cabeza durante 18 meses. ¿Cómo? Pues porque el corte que le hicieron dejó intactas la yugular, gran parte del cerebro y un oído. Además, su dueño siguió dándole de comer con una pipeta granos de maíz y leche, lo que la mantuvo con vida y ganando peso. Murió por asfixia, precisamente al ingerir un grano de maíz. En la ciudad de Mike hay hasta una fiesta anual para celebrar su hazaña. Después, muchos otros han intentado emularla, pero no han conseguido vivir más que unas horas.
El pelo y las uñas ¿siguen creciendo después de muerto?
No. En realidad, lo que sucede es que, cuando morimos, el corazón se para, nuestra sangre deja de fluir y, por tanto, el oxígeno deja de llegar. Esto produce la evaporación del agua, que supone el 80% del contenido de nuestra piel. En otras palabras, nuestro cuerpo se deshidrata. ¿Y qué sucede cuándo, por ejemplo, un filete de ternera pierde agua? Pues que encoge. Pues esto es lo que nos pasa también a nosotros. Así que, no es que las uñas y el pelo crezcan, sino que los dedos y la cabeza encogen.