«Los cristales de nieve deberían llamarse cartas enviadas desde el cielo», escribió Ukichiro Nakaya en su libro Cristales de nieve. El glaciólogo japonés dio forma al primer copo de nieve artificial sobre pelo de conejo.

Ukichiro Nakaya  fue un físico y ensayista científico japonés conocido por su trabajo en glaciología y ciencias de baja temperatura. El fue quien logró los primeros copos de nieve artificiales .
Nakaya dedicó gran parte de sus estudios a observar los copos de nieve al microscopio. Consiguió más de 3000 microfotografías de cristales de nieve y elaboró una tabla que los clasificaba  según su estructura interna.

Clasificación de los cristales de nieve de Nayaka.

Los copos de nieve naturales se forman cuando el agua cristaliza tomando alrededor de las partículas de polvo suspendidas en la atmósfera. Para hacer nieve artificial, hay que usar otra base. Hoy en día se emplea una proteína. Nakaya empezó utilizando hilo de algodón.

Estudió las condiciones de humedad y temperatura que requería la nieve y creó una máquina pionera. Era un tubo de vidrio hueco. Generó vapor de agua dentro, y lo enfrió. El problema era que la nieve se formaba alrededor del hilo de algodón, y más que copos, lograba culebrillas de hielo.

Al parecer, fue por casualidad cómo Nakaya observó un día de nevada como los pequeños copos se sostenían sobre el pelo del abrigo de conejo que llevaba puesto. Y fue así como logró el primer copo de nieve artificial de la historia. En diciembre de 1937, tomó fotografías de varios tipos de nieve artificial cultivada en su laboratorio.

El americano que vio el negocio con la nieve artificial

Años después, el químico norteamericano Vicent Schaefer buscaba en el laboratorio de General Electric cómo provocar un descenso de temperatura en una cámara frigorífica introduciendo un trozo de hielo seco (CO2 en fase sólida), pero lo que logró fue la formación de una nube de cristalitos de hielo. Había nacido la nieve artificial. Esta es la base de la nieve que repuebla las estaciones de esquí. Pero Schaefer se dio cuenta de que lo que tenía entre manos iba mucho más lejos: la siembra de nubes para provocar lluvias o nieve.

El 13 de noviembre de 1946 empezó los experimentos de campo. Desde un avión sembró hielo seco en una nube situada al norte del estado de Nueva York, lo que desencadenó una nevada en los alrededores del monte Geylock, al oeste de Massachusetts.

Hoy en día existen varios programas internacionales de control del clima cuyo objetivo es generar lluvia y nieve de un modo artificial.

Bombardear las nubes para que llueva

China es solo uno de las docenas de países que utilizan la «siembra de nubes» para provocar buenas condiciones climáticas para los cultivos o para prevenir desastres naturales.

Según el Ministerio de Finanzas de China  quieren utilizar la siembra de nubes para crear al menos 60 mil millones de metros cúbicos de lluvia adicional cada año.

La «siembra de nubes» consiste en bombardear con sustancias químicas como yoduro de plata o nitrógeno líquido en las nubes, donde las gotas de agua se condensan y caen. En principio, generar lluvia y nieve artificiales es bastante sencillo. Consiste en rociar con sustancias químicas como yoduro de plata o nitrógeno líquido las nubes. Esto puede hacer que las gotas de agua se condensen y caigan en forma de lluvia o nieve. China lanzó un proyecto de siembra de nubes localizado en Beijing poco antes de los Juegos Olímpicos de 2008. Se encargaron de que las nubes de lluvia precipitaran antes de la ceremonia.  Según el Ministerio de Finanzas de China  quieren utilizar la siembra de nubes para crear al menos 60 mil millones de metros cúbicos de lluvia adicional cada año.