El telescopio Hubble ha obtenido una nítida imagen de NGC 4535, una bella galaxia a la que puso nombre un astrónomo aficionado en los años 1950: La Galaxia perdida.

La clasificación de los objetos astronómicos comenzó poco después de la invención del telescopio. Una de las primeras listas fue el catálogo Messier de Charles Messier de 1774, que incluía 103 «nebulosas» y otros objetos tenues y difusos que él consideraba una molestia, ya que podían confundirse con cometas, los objetos que realmente estaba buscando.

A medida que los telescopios mejoraron, estas tenues nebulosas se empezaron a identificar como nubes interestelares, cúmulos de estrellas y galaxias a menudo descritas e identificadas por astrónomos aficionados. Uno de ellos fue Leland S. Copeland, el astrónomo que localizó a la Galaxia perdida.

El cielo nocturno y el País de las maravillas

Leland S. Copeland  fue uno de los observadores de cielo profundo más prolíficos de su día. También era un romántico: llamaba al cielo nocturno “El país de las maravillas”.  Él creó y escribió una columna llamada Deep-Sky Wonders (maravillas del cielo profundo) en Sky & Telescope desde 1942 hasta 1946.

Sky & Telescope  es aún hoy un referente para los astrónomos aficionados que nació cuando el Hubble solo estaba en los sueños de futuro.

Entre las muchas maravillas descritas por Leland S. Copeland estaba NGC 4535. Vista a través de la lente primeriza del telescopio de Copelan ofrecía un aspecto fantasmal y nebuloso y parece que esa fue la razón de su apodo: La Galaxia perdida. Así que nunca se perdió, siempre estuvo ahí. Es una galaxia espiral a una distancia de 50 millones de años luz de la Vía Láctea, y es una de las galaxias más grandes de la constelación de Virgo.

Si sumamos la materia visible presente en las galaxias actuales, el resultado apenas llega a la décima parte de toda la materia que fue creada en el Big Bang.

¿Hay realmente galaxias perdidas?

Según los cálculos, hay una enorme cantidad de material bariónico, lo que los astrofísicos consideran materia normal, que debería estar en el espacio y no dan con él.

La imagen óptica más sensible jamás tomada, el campo ultraprofundo del Hubble, muestra unas diez mil galaxias en un área equivalente a la centésima parte de la luna llena. Una densidad semejante implica que, en todo el cielo, debería haber 200.000 millones de galaxias. Y esas serían solo las más brillantes. Probablemente, existen muchas más. Pero si sumamos la materia visible presente en las galaxias actuales, el resultado apenas llega a la décima parte de toda la materia que fue creada en la gran explosión. ¿Dónde se esconde el resto? Así, NGC 4535 nunca se perdió, pero hay ingentes cantidades de materia cósmica formando parte de ese País de las maravillas que aún esconde tantos misterios.

La última foto de la Galaxia perdida

El Telescopio Espacial Hubble de la NASA / ESA, tomó esta espectacular imagen de La Galaxia perdida. Los colores brillantes se deben a la población de estrellas dentro de esta galaxia espiral barrada. Los brillantes colores azulados de los largos brazos espirales de NGC 4535, indican la presencia de un mayor número de estrellas más jóvenes y calientes. Y  los tonos más amarillos del centro sugieren que  alberga estrellas que son más viejas y frías.

Esta galaxia fue estudiada como parte del estudio Física en alta resolución angular en galaxias cercanas (PHANGS), que tiene como objetivo aclarar muchos de los vínculos entre las nubes de gas frío, la formación de estrellas y la forma general y otras propiedades de las galaxias. El 11 de enero de 2021, el primer lanzamiento de la  colección PHANGS-HST  se puso a disposición del público.

Crédito del texto: Agencia Espacial Europea (ESA)