Siendo precisos, deberíamos llamarle quíntoceps, o péntaceps, ya que son cinco, y no cuatro, los que componen el cuádriceps, ese grupo muscular fundamental para sostenernos en pie y tan de moda en la era del gym en la que estamos inmersos.

El cuádriceps femoral se describe tradicionalmente como un grupo de músculos compuesto por el recto femoral y los tres vastos. Sin embargo, existe un  músculo más, en forma de tensor entre el vasto lateral y el vasto intermedio, del que nadie habla.

En este vídeo, creado para el canal de Youtube Movimiento Articular , puedes ver con animaciones en 3D cómo es el cuádriceps, dónde se aloja el quinto músculo, y cuál es su función.

A Vesalius, el padre de la anatomía moderna, el quinto músculo del cuádriceps se le escapó. Andreas Vesalius ilustró en De humani corporis fabrica  cada detalle de un cuerpo humanos por dentro. Son siete libros escritos en 1542, que describen nuestra intimidad bajo la piel basándose en las primeras disecciones de cadáveres. Desde él, han sido numerosos los manuales de anatomía humana detallados. Pero hubo que esperar más de cuatro siglos hasta que dieron con él Tensor del vasto intermedio, nombre que recibe el quinto músculo ninguneado.

El  Tensor del vasto intermedio  es muy pequeño y no se nota a simple vista por mucha musculatura que alguien tenga. La primera vez que se dibujo fue en 1990, en un estudio publicado en Journal of Anatomy titulado Variaciones morfológicas del músculo vasto lateral humano. A pesar de que dieron con él, cayó en el olvido, porque solo lo encontraron en un 30% de los cadáveres diseccionados, y lo acabaron tomando como una lámina tendinosa de otro músculo conocido, el “vasto lateral”.

Un músculo recién descubierto

Hubo que esperar a  2016  para que el quinto músculo del cuádriceps se ganara su lugar para la ciencia. Lo describieron en un estudio publicado en PubMed que tuvo mucha repercusión. El estudio se titulaba:  Un músculo recién descubierto: el tensor del vasto intermedio. (2016) de Grob K y col.  Examinaron 26 cadáveres y encontraron que el  vasto intermedio era independiente a los demás vientres musculares, y que tenía su propio nervio y arteria.

Como decíamos al principio, no puede observarse a simple vista, ni siquiera resalta en el Hércules Farnesio, que posiblemente sea la escultura mejor musculada de la historia.

Hércules Farnesio, una escultura en mármol presumiblemente del siglo III d. C., obra del escultor ateniense Glykon.